martes, 17 de abril de 2012

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PUNZONANDO EL CESPED - Städel Museum





A veces las soluciones a un proyecto son las que se desechan por ser demasiado arriesgadas, es probable que esta situación les ocurriera al despacho alemán Schneider + Schumacher que pensaron en como funcionaría un museo enterrado frente al típico anexo de estética diferenciada al cuerpo original.








El proyecto desde el recorrido de acceso se percibe como un manto verde agujereado mediante unos 200 ojos translucidos con los que se iluminan los tres mil metros cuadrados de la ampliación.
El recorrido de entrada obligado a todo visitante pasa por recorrer el manto, por encima o no de los lucernarios, un suelo verde soportado por doce columnas de hormigón armado de hasta ocho metros de altura.








El interior es una gran caja blanca rota por las obras de arte y la sombra proyectada por las aperturas de los lucernarios.
Desde luego un punto a alabar del proyecto es la luz que entra de día pero a la vez la luz que sale de noche e invade la visión del acceso.









El proyecto ha sido inaugurado hace pocos meses y ante la expectación de los asistentes se prevé ir abriéndolo al público de forma gradual.

El estudio ha conseguido crear una ampliación que ha renovado la cara del Museo de Arte Moderno, una ampliación adjudicada por concurso en 2008 en el que compitieron con despachos como Sanaa o Dillier + Scofidio.








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